El 12 de febrero de 1994, un equipo de ladrones de arte irrumpió en la Galería Nacional de Noruega y robó "El grito" de Edvard Munch. Los ladrones descarados dejaron una nota que decía: "¡Mil gracias por la mala seguridad!"
Este robo podría haberse evitado si la pintura hubiera sido capaz de gritar en el momento en que los ladrones la agarraron como este muñeco, que si le aprietas el vientre suelta un gran grito!